El Internet y la traducción
No existe ser humano que no sepa qué es el Internet.
Sin embargo, cuando queremos ponernos meticulosos y brindar una definición
técnica del concepto, no sabemos qué decir. Si nos cuesta dar una definición
acertada, más complicado aún es entender todo lo que nos brinda Internet, de dónde
proviene, cómo se maneja, etcétera.
Todo el mundo utiliza Internet, y no sólo en el
ámbito personal, sino en el laboral. Mucho más lo hacemos nosotros, los
traductores. Si bien aprendemos a utilizar el Internet desde una edad temprana,
al menos en mi caso, cuando nos adentramos en el mundo de la traducción,
descubrimos otras funciones innovadoras; y, así y todo, no logramos dar una
definición concreta.
¿Se imaginan tener que tallar nuestras
traducciones como lo hacían los egipcios en la época de la piedra Rosetta? Gracias
al desarrollo de las nuevas tecnologías en los últimos años, el traductor
cuenta con una gran cantidad de herramientas tecnológicas que hacen más amena
su labor. Nuestra computadora se convierte entonces en una herramienta
imprescindible, gracias a los programas de traducción automática tales como el TAO
(Traducción Asistida por Ordenador) y el CAT (Computer Assisted Translation).
Consecuentemente, creo que la mejor forma de
entender y facilitar nuestro trabajo es saber de qué tratan las herramientas
que utilizamos en nuestro día a día. Así, podemos sacarles todo el jugo y
aprovechar lo que tienen para dar. Para ello, voy a esclarecer algunos
conceptos que participan en nuestro proceso de traducción.
Comencemos con los conceptos de Internet y web.
El Internet es una enorme red de comunicación que mantiene interconectados a
millones de dispositivos para que puedan intercambiar datos. La web (World
Wide Web o www), en cambio, es un servicio que funciona gracias a Internet.
Por ende, la web es un subconjunto de Internet que contiene información
a la que se puede acceder por medio de un navegador. Entonces, si estoy
estancado con mi traducción porque no sé la definición de alguna palabra, puedo
entrar a Internet, escribir la palabra en el buscador y encontrar múltiples sitios
web que me brinden una definición.
El Internet también nos ofrece a los
traductores las llamadas «memorias de traducción», que son una base de datos lingüística
que almacena de forma continua las traducciones para poder utilizarlas en el
futuro. Sin embargo, la auténtica revolución tecnológica la constituye el uso
de Internet en la traducción de textos, ya que le brinda al traductor una enorme
cantidad de recursos. Por ejemplo, los traductores disponen de un correo
electrónico mediante el cual reciben el texto fuente, que, una vez traducido, es
enviado al cliente de manera rápida y eficaz.
A pesar de que el Internet y la web van
de la mano, recién se da a conocer el concepto de web en 1989, tiempo
después de la creación de Internet. Existen 4 tipos de web: la 1.0, la
2.0, la 3.0 y la 4.0. Esta última, si bien está incorporada en nuestros dispositivos
desde el 2016, aún tiene mucho por mejorar, pero eso se lo dejo a Mark
Zuckerberg.
Web 1.0
Surgió en 1990. Es la forma de navegadores de
solo texto más básica que existe. Se considera primitiva, ya que se caracteriza
por ser unidireccional y con contenidos estáticos; es decir, las
personas conectadas a la web solo son un sujeto pasivo que recibe
información o la publica, sin tener ningún tipo de interacción con otros
usuarios. La diferencia entre la Web 1.0 y la 2.0 es la interacción. Mientras
que la generación 1.0 se limita a mostrar información que no se actualiza, la
2.0 ofrece un nivel considerable, aunque no absoluto, de interacción y actualización
de los aportes de los usuarios.
Web 2.0
El término surge en 2009 para referirse a una
segunda generación de tecnología web que se basaba en comunidades de
usuarios y servicios como las redes sociales, los blogs, las wikis, los chats,
los foros, que permitían un intercambio más rápido de información entre los
usuarios. En resumen, los sitios web 2.0 son bidireccionales, ya
que actúan como puntos de encuentro entre los usuarios.
Web 3.0
Esta web apareció en 2010 y se la conoce
como web semántica porque utiliza la forma más eficiente de los datos,
llamada data web. Se la considera un salto tecnológico con importantes
consecuencias para los usuarios de la red. Básicamente, son aplicaciones web
conectadas a otras aplicaciones web para enriquecer el conocimiento de
las personas. En este caso, el usuario ahora tiene el poder para hacer cambios y
modificar la base de datos.
Mientras que a la Web 2.0 la gestiona el
usuario humano, la Web 3.0 se gestiona en la nube y se ejecuta
desde cualquier dispositivo. Esto quiere decir que la web procesará y
mejorará nuestras interacciones y búsquedas mediante el concepto de
personalización. La web ofrece un flujo de información y de contenidos
que se adaptan a nuestros gustos y preferencias. Por ejemplo, si ahora busco en
el navegador de Google «¿Cómo ser el mejor traductor de
todos los tiempos?», seguramente me aparezca un anuncio
en Instagram sobre consejos para traducir.
Ahora bien, ¿qué es la nube? Se denomina así a
toda situación en la que la computación se hace en un sitio remoto (en las
nubes), en lugar de hacerlo en la computadora o en un teléfono móvil. Se
utiliza específicamente el término nube para hacer referencia a la
flexibilidad, ya que el servicio puede tomar diferentes formas, al igual que
una nube. La nube es, entonces, una red mundial de servidores de todo el mundo
que almacena y administra datos, ejecuta aplicaciones o entrega contenido o
servicios.
Web 4.0
El concepto comenzó en el 2016 y se considera
el próximo gran avance. Se centrará en brindar un comportamiento más
inteligente por parte de nuestros dispositivos, que nos permitirá interactuar
con ellos. Algunos de los avances que ya
son notorios son los asistentes de voz. Cada vez que digo «Oye, Siri», mi dispositivo me contesta como si
fuera una persona, sólo que una persona que está a mi disposición y que me
recuerda cuándo tengo una entrega de traducción o me contesta un mensaje
importante.
Podemos imaginar que, en un futuro, los
asistentes de voz también puedan responder a peticiones como «Siri, traduce esta frase del inglés al español». Hasta podemos
especular con que las interpretaciones las podría hacer una máquina que procesara
toda la información y la tradujera de forma automática, como ya lo hacen programas
como el traductor de Google, pero de forma oral.
Hay que entender que ni la red, las webs
o el Internet son elementos que realicen traducciones en su totalidad, sino que
son herramientas útiles para el traductor, que es, finalmente, quien debe
decidir entre una expresión u otra, y quien debe dar forma y sentido al texto. Internet
no es una solución universal en la labor traductora, pero sí constituye una ayuda
valiosa para cualquier traductor, que debe entender y comprender cómo funciona la
red, entre otros conceptos, para optimizar su trabajo.
Bibliografía
Latorre Ariño, M. (marzo, 2018). Historia de la
web, 1.0, 2.0, 3.0 y 4.0. Issuu [versión electrónica] https://issuu.com/uchampagnat/docs/74_historia_de_la_web_blog_marino
Rueda, F. ¿Qué es la computación en la nube? Revista
Sistemas [versión electrónica] https://acis.org.co/portal/Revista/112/tres.pdf
Microsoft. (s.f). ¿Qué es la nube? https://azure.microsoft.com/es-es/resources/cloud-computing-dictionary/what-is-the-cloud/
AWS Amazon. (s.f). ¿Qué es la informática en la nube? https://aws.amazon.com/es/what-is-cloud-computing/
Omaña Sanz, C. (enero, 2017). De la piedra Rosetta
a las supercomputadoras. Universidad de Valladolid [versión electrónica]
https://uvadoc.uva.es/bitstream/handle/10324/22563/TFG_F_2017_19.pdf?sequence=1&isAllowed=y
RONIN Educación. (2017) Diferencia entre Internet
y Web. You Tube. https://www.youtube.com/watch?v=ldWCQPPwReQ
Trados. (s.f). ¿Qué es una memoria de
traducción? https://www.trados.com/es/solutions/translation-memory.html
Comentarios
Publicar un comentario